M arlon Cortés
Asociado Nel- cf Medellín
Para este comentario tomé un camino inspirado en lo que Lacan llamó el “comentario de texto” que, en un resumen salvaje, tiene que ver con encontrar significado a partir de los significantes que se leen en el texto mismo, sin acudir a referentes externos. Que el mismo texto diga.
La primera idea global que se capta es que Lacan, en este párrafo, hace un contrapunteo con Freud alrededor de lo que el maestro llama núcleo traumático. Mi camino para hacer este comentario consistió, primero, en extraer las afirmaciones que hay en el párrafo alrededor de ese tema, sean éstas explícitas o no, pero que de algún modo se dejan leer.
Primero, veamos qué dice de Freud sobre el trauma:
- Lo verdadero es el núcleo traumático.
- El sujeto, mientras más avanza en su análisis, más se acerca a enunciar su núcleo traumático. Es decir, su verdad.
Hasta ahí. Sólo enuncia esos puntos con respecto a la teoría freudiana.
Luego, va a plantear su postura con respecto a ese punto, dicha de varias formas y utilizando diversas nociones. Las voy a enunciar de seguido, para luego centrarme en lo que a mi juicio es la diferencia entre Freud y Lacan en este nivel:
- El analista se acerca de refilón a lo verdadero.
- El analista ignora lo verdadero.
- El analista, en tanto que ignora lo verdadero, sólo puede acercarse a ello, de refilón.
- Lo verdadero es el núcleo traumático.
- El núcleo traumático es un supuesto núcleo.
- A lo que se acerca el sujeto en su enunciación, no tiene existencia.
- Allí, en ese supuesto núcleo, no hay más que el yiro del analizante y del analista.
- Para explicar esto del yiro, acude a nombrar a su nieto y su proceso de aprendizaje de
- Lalengua es una lengua, entre otras.
- Escribir lalengua así, junto, en una misma palabra, tiene el propósito de hacer real, que en francés tiene una homofonía con herrarla (calzarla) y marcar con fuego (ferrer elle)
Hasta ahí 10 frases, más o menos sueltas, que aparecen en el párrafo (en un instante de ver). Lo que sigue, metodológicamente, es tratar de comprender (tiempo de comprender) lo que dice Lacan en ese párrafo a partir de una cierta articulación entre esas afirmaciones y el capítulo completo. Es un ejercicio de intratextualidad con ese capítulo 11 que titulan Hacia un significante nuevo. La variedad del síntoma.
Como hipótesis inicial, lo que planteo es que el párrafo hace un contrapunteo entre el núcleo traumático como verdad freudiana, y el trauma de lalangue en Lacan.
Comencemos con la alusión a lo menos conceptual; es decir, la escena de Lacan con su nieto, ampliada también en este mismo Seminario 24; es así: en diálogo con Lacan, el niño dice que las palabras que no comprendía, simplemente las pronunciaba como le sonaban. Me da la impresión que es algo parecido a la manera como canta alguien una canción en inglés, cuando no sabe ese idioma. Por cercanía fonética, la persona pronuncia algo que le suena a la palabra escuchada. Bien. En vez del núcleo traumático freudiano, Lacan dice que lo que hay allí es lalangue. Y que, entonces, tal como lo enseña el nieto de Lacan, no se trata del significado o del sentido.
Ya esa primera alusión comienza a indicarnos que lalangue tiene más relación con la resonancia, con lo fonético, que con el sentido. El ejemplo del niño ayuda, pero no solemos tener en análisis a niños aprendiendo a hablar. Lacan, para ejemplificar mejor, hace alusión a otro asunto que va en la misma dirección. El siguiente: el paciente, hablando de su familia, de la parentalidad, cree estar nombrando la verdad. Los pacientes, en principio, somos freudianos. Creemos en la verdad de nuestros relatos familiares. Pero lo cierto es que el análisis lacaniano no se trata de la verdad parental, y entonces, aunque al analista le toca escuchar a su paciente en mucho de lo que tiene que decir con respecto a su familia, lo importante no va a ser el exceso de sentido que hay allí. Lo importante va a ser lo que diga siguiendo la regla de la asociación libre, con la cual, tal vez aparezcan asuntos de mayor valor, entre ellos, por ejemplo, algún neologismo, que podría ser más orientador de la cura analítica que la verdad que construye el paciente con respecto a su parentalidad, pues el neologismo está más en la dimensión del sin sentido, está más cercano a esos primeros sonidos con los que el sujeto se constituyó como parlêtre.
Para seguir argumentando este asunto nombra a un autor llamado Rodney Needham, en su libro El parentesco cuestionado. Tal y como dice su título, lo que hace este autor es cuestionar el parentesco, cuestionar la verdad de los relatos en relación con la familia, aduciendo que los hechos tienen una mayor variedad de lo que alguien pueda relatar; y, dice Lacan, una mayor variedad de lo que el paciente puede decir. Lo que hace Needham es cuestionar la verdad parental. No hay posibilidad de capturar la verdad. Entonces, ya podríamos comenzar a decir, en términos lacanianos, alcanzar la verdad se vuelve una labor imposible. De hecho, en este capítulo, una de las formas en las cuales se define lo real es esa: lo real es aquello imposible de alcanzar.
Por lo tanto, en un análisis no se trata de lo verdadero, sino de lalangue que, aunque es un asunto enseñado, transmitido, por los parientes próximos, no se trata de ellos. Es un asunto más cercano a lo real. De hecho, Lacan dice que nombra lalangue, así, junto, con la esperanza de hacer real, con la esperanza de transmitir que de lo que se trata es del fuera de sentido, se trata de algo que tiene que ver con la resonancia en el cuerpo.
¿De qué trauma se trata en la última enseñanza de Lacan a partir de este párrafo?
Del trauma de lalangue. Es lo que está medio dicho cuando en el párrafo se articula lalangue con real. Menciona la escena con el nieto, dice que a esos sonidos los podría llamar lalangue, y luego, cuando explica por qué junta las dos palabras, la explicación es, simplemente, porque así “hace real”, nombrando algo que, en principio, no tiene sentido. Es una palabra, creo, hasta ese momento inexistente. Pero, además, con la expresión “faire réel”, hace homofonía con “ferrer elle” que, al parecer, significa “herrarla (calzarla), marcar con fuego”. Entonces es lalangue traumatizando el cuerpo. Sobre este punto habría que ir, al Seminario 20, Aún, pero eso sería un análisis, ya no intratextual, sino extratextual.
Sigamos con lo que sigue diciendo alrededor de lalangue en este capítulo.
Lo siguiente:
Si entre analista y analizante de lo que se trata es de lalangue, entonces aquí Lacan acuña la frase que, dicha por fuera de este contexto, es inentendible; la siguiente: el psicoanálisis es un autismo de a dos… y, complemento yo, es un autismo de a dos, y no una conversación. En una conversación, lo que se juega es el sentido, y el entendimiento, y la comunicación. En el nivel de lalangue no hay sentido y, por lo tanto, tampoco comunicación. Lo que no significa que no haya nada en común. De hecho, una de las características de lalangue dicha por Lacan en este capítulo es que lalangue es un asunto común. Pero no en la vía de la comunicación, sino en la vía de la transmisión. Es en este nivel, de lalangue, que sucede la Transmisión del psicoanálisis. Esta transmisión es la que nos permite, a analizante y analista, salir del autismo de a dos… Dicho textualmente, es la garantía de que el psicoanálisis no se encaje en un autismo de a dos. Me hace pensar, de manera extratextual, que, en los testimonios del pase, se trata de eso… se trata de dar cuenta de lo que el pasante fue capaz de construir en su propio análisis. Lo que se le transmitió en su análisis de lo que es el psicoanálisis.
Momento de concluir:
Para Lacan, de lo que se trata en un análisis es del traumatismo de lalangue, y no de la verdad parental sobre la que insiste hablar el paciente. Pues sólo en el nivel de lalangue se bordea lo real, que es inasible.
____________________
Epílogo: Permítanme hacer un apunte alrededor de si hay transferencia o no en el autismo. La condición para que exista la transferencia es lalangue. Por lo tanto, tanto en neuróticos como en autistas, lo fundamental no es si el analizante le supone un saber al analista o a su propio inconsciente. Lo fundamental no es suponer un saber. Lo fundamental no se juega en el saber. Lo fundamental de la transferencia se juega en lo que sucede en el nivel de lalangue, y que tiene como efecto, el hecho de que un sujeto (autista o no) llegue, semana tras semana, al consultorio. El mismo autista puede decir que va a consulta porque quiere saber algo de sí. El analista tendrá que estar advertido que en esa demanda no está en juego la transferencia necesaria para que sucedan efectos analíticos.
M arlon Cortés
Asociado Nel- cf Medellín
Para este comentario tomé un camino inspirado en lo que Lacan llamó el “comentario de texto” que, en un resumen salvaje, tiene que ver con encontrar significado a partir de los significantes que se leen en el texto mismo, sin acudir a referentes externos. Que el mismo texto diga.
La primera idea global que se capta es que Lacan, en este párrafo, hace un contrapunteo con Freud alrededor de lo que el maestro llama núcleo traumático. Mi camino para hacer este comentario consistió, primero, en extraer las afirmaciones que hay en el párrafo alrededor de ese tema, sean éstas explícitas o no, pero que de algún modo se dejan leer.
Primero, veamos qué dice de Freud sobre el trauma:
- Lo verdadero es el núcleo traumático.
- El sujeto, mientras más avanza en su análisis, más se acerca a enunciar su núcleo traumático. Es decir, su verdad.
Hasta ahí. Sólo enuncia esos puntos con respecto a la teoría freudiana.
Luego, va a plantear su postura con respecto a ese punto, dicha de varias formas y utilizando diversas nociones. Las voy a enunciar de seguido, para luego centrarme en lo que a mi juicio es la diferencia entre Freud y Lacan en este nivel:
- El analista se acerca de refilón a lo verdadero.
- El analista ignora lo verdadero.
- El analista, en tanto que ignora lo verdadero, sólo puede acercarse a ello, de refilón.
- Lo verdadero es el núcleo traumático.
- El núcleo traumático es un supuesto núcleo.
- A lo que se acerca el sujeto en su enunciación, no tiene existencia.
- Allí, en ese supuesto núcleo, no hay más que el yiro del analizante y del analista.
- Para explicar esto del yiro, acude a nombrar a su nieto y su proceso de aprendizaje de
- Lalengua es una lengua, entre otras.
- Escribir lalengua así, junto, en una misma palabra, tiene el propósito de hacer real, que en francés tiene una homofonía con herrarla (calzarla) y marcar con fuego (ferrer elle)
Hasta ahí 10 frases, más o menos sueltas, que aparecen en el párrafo (en un instante de ver). Lo que sigue, metodológicamente, es tratar de comprender (tiempo de comprender) lo que dice Lacan en ese párrafo a partir de una cierta articulación entre esas afirmaciones y el capítulo completo. Es un ejercicio de intratextualidad con ese capítulo 11 que titulan Hacia un significante nuevo. La variedad del síntoma.
Como hipótesis inicial, lo que planteo es que el párrafo hace un contrapunteo entre el núcleo traumático como verdad freudiana, y el trauma de lalangue en Lacan.
Comencemos con la alusión a lo menos conceptual; es decir, la escena de Lacan con su nieto, ampliada también en este mismo Seminario 24; es así: en diálogo con Lacan, el niño dice que las palabras que no comprendía, simplemente las pronunciaba como le sonaban. Me da la impresión que es algo parecido a la manera como canta alguien una canción en inglés, cuando no sabe ese idioma. Por cercanía fonética, la persona pronuncia algo que le suena a la palabra escuchada. Bien. En vez del núcleo traumático freudiano, Lacan dice que lo que hay allí es lalangue. Y que, entonces, tal como lo enseña el nieto de Lacan, no se trata del significado o del sentido.
Ya esa primera alusión comienza a indicarnos que lalangue tiene más relación con la resonancia, con lo fonético, que con el sentido. El ejemplo del niño ayuda, pero no solemos tener en análisis a niños aprendiendo a hablar. Lacan, para ejemplificar mejor, hace alusión a otro asunto que va en la misma dirección. El siguiente: el paciente, hablando de su familia, de la parentalidad, cree estar nombrando la verdad. Los pacientes, en principio, somos freudianos. Creemos en la verdad de nuestros relatos familiares. Pero lo cierto es que el análisis lacaniano no se trata de la verdad parental, y entonces, aunque al analista le toca escuchar a su paciente en mucho de lo que tiene que decir con respecto a su familia, lo importante no va a ser el exceso de sentido que hay allí. Lo importante va a ser lo que diga siguiendo la regla de la asociación libre, con la cual, tal vez aparezcan asuntos de mayor valor, entre ellos, por ejemplo, algún neologismo, que podría ser más orientador de la cura analítica que la verdad que construye el paciente con respecto a su parentalidad, pues el neologismo está más en la dimensión del sin sentido, está más cercano a esos primeros sonidos con los que el sujeto se constituyó como parlêtre.
Para seguir argumentando este asunto nombra a un autor llamado Rodney Needham, en su libro El parentesco cuestionado. Tal y como dice su título, lo que hace este autor es cuestionar el parentesco, cuestionar la verdad de los relatos en relación con la familia, aduciendo que los hechos tienen una mayor variedad de lo que alguien pueda relatar; y, dice Lacan, una mayor variedad de lo que el paciente puede decir. Lo que hace Needham es cuestionar la verdad parental. No hay posibilidad de capturar la verdad. Entonces, ya podríamos comenzar a decir, en términos lacanianos, alcanzar la verdad se vuelve una labor imposible. De hecho, en este capítulo, una de las formas en las cuales se define lo real es esa: lo real es aquello imposible de alcanzar.
Por lo tanto, en un análisis no se trata de lo verdadero, sino de lalangue que, aunque es un asunto enseñado, transmitido, por los parientes próximos, no se trata de ellos. Es un asunto más cercano a lo real. De hecho, Lacan dice que nombra lalangue, así, junto, con la esperanza de hacer real, con la esperanza de transmitir que de lo que se trata es del fuera de sentido, se trata de algo que tiene que ver con la resonancia en el cuerpo.
¿De qué trauma se trata en la última enseñanza de Lacan a partir de este párrafo?
Del trauma de lalangue. Es lo que está medio dicho cuando en el párrafo se articula lalangue con real. Menciona la escena con el nieto, dice que a esos sonidos los podría llamar lalangue, y luego, cuando explica por qué junta las dos palabras, la explicación es, simplemente, porque así “hace real”, nombrando algo que, en principio, no tiene sentido. Es una palabra, creo, hasta ese momento inexistente. Pero, además, con la expresión “faire réel”, hace homofonía con “ferrer elle” que, al parecer, significa “herrarla (calzarla), marcar con fuego”. Entonces es lalangue traumatizando el cuerpo. Sobre este punto habría que ir, al Seminario 20, Aún, pero eso sería un análisis, ya no intratextual, sino extratextual.
Sigamos con lo que sigue diciendo alrededor de lalangue en este capítulo.
Lo siguiente:
Si entre analista y analizante de lo que se trata es de lalangue, entonces aquí Lacan acuña la frase que, dicha por fuera de este contexto, es inentendible; la siguiente: el psicoanálisis es un autismo de a dos… y, complemento yo, es un autismo de a dos, y no una conversación. En una conversación, lo que se juega es el sentido, y el entendimiento, y la comunicación. En el nivel de lalangue no hay sentido y, por lo tanto, tampoco comunicación. Lo que no significa que no haya nada en común. De hecho, una de las características de lalangue dicha por Lacan en este capítulo es que lalangue es un asunto común. Pero no en la vía de la comunicación, sino en la vía de la transmisión. Es en este nivel, de lalangue, que sucede la Transmisión del psicoanálisis. Esta transmisión es la que nos permite, a analizante y analista, salir del autismo de a dos… Dicho textualmente, es la garantía de que el psicoanálisis no se encaje en un autismo de a dos. Me hace pensar, de manera extratextual, que, en los testimonios del pase, se trata de eso… se trata de dar cuenta de lo que el pasante fue capaz de construir en su propio análisis. Lo que se le transmitió en su análisis de lo que es el psicoanálisis.
Momento de concluir:
Para Lacan, de lo que se trata en un análisis es del traumatismo de lalangue, y no de la verdad parental sobre la que insiste hablar el paciente. Pues sólo en el nivel de lalangue se bordea lo real, que es inasible.
____________________
Epílogo: Permítanme hacer un apunte alrededor de si hay transferencia o no en el autismo. La condición para que exista la transferencia es lalangue. Por lo tanto, tanto en neuróticos como en autistas, lo fundamental no es si el analizante le supone un saber al analista o a su propio inconsciente. Lo fundamental no es suponer un saber. Lo fundamental no se juega en el saber. Lo fundamental de la transferencia se juega en lo que sucede en el nivel de lalangue, y que tiene como efecto, el hecho de que un sujeto (autista o no) llegue, semana tras semana, al consultorio. El mismo autista puede decir que va a consulta porque quiere saber algo de sí. El analista tendrá que estar advertido que en esa demanda no está en juego la transferencia necesaria para que sucedan efectos analíticos.