M artha Carolina Forero
Miembro de la Nel- cf Medellín
De la cancelación de nuestras Jornadas surge una orientación: dar lugar a la pérdida convoca a saber hacer con lo real en juego, es a lo que hemos apostado.
Intentaré compartir con ustedes algunas de las resonancias que ha tenido el trabajo en torno a las Marcas de lo traumático en medio de esta contingencia sorprendente que atravesamos, entre muchas elegí una vertiente:
¿De qué manera el Infans contemporáneo inventará su propio juego del Fort-Da? La presencia- ausencia del Otro en la pandemia nos permite interrogarnos.
Marié-Helene Brousse (1), en su conferencia sobre qué nos traumatiza retoma una viñeta de Lacan del Seminario XI:
“Yo también he visto con mis propios ojos, abiertos por la adivinación materna, al niño, traumatizado de que me fuera a pesar del llamado que precozmente había esbozado con la voz, y que después volvió a repetir durante meses enteros; yo lo vi, aún mucho tiempo después, cuando lo tomaba en brazos, apoyar su cabeza en mi hombro para hundirse en el sueño, que era lo único que podía volverle a dar acceso al significante viviente que yo era desde la fecha del trauma” [2]
Si para Freud el síntoma traumático del neurótico es un segundo tiempo de un trauma original, donde la repetición estaría constituida por un intento de atrapar la efracción con las cadenas significantes produciendo un saber inconsciente que podría ser hablado y, por ende, interpretado, para Lacan en el seminario XI, “el trauma es un encuentro inasimilable” [3]
Y qué es lo inasimilable, Marie Helene Brousse dice “La no respuesta del Otro a la llamada del sujeto” (4) es esto lo que producirá el trauma en ese justo momento en el que el sujeto empieza a hablar y que se encuentra con esa ausencia, con el silencio, con la falta.
Frente a ello el niño usará el sueño como un intento de volver al Significante vivo que era el padre y a la vez al Otro del lenguaje. Este significante vivo me interroga. Brousse nos indica la importancia de precisar este momento de la separación de la respuesta del Otro como Significante/palabra, que como cuerpo/palabra y de cómo el niño a través del síntoma de dormir puede volverlos a juntar nuevamente en una fantasía de retorno al lazo con el Otro sin pasar por el lenguaje.
Brousse explica cómo en el For-Da del nieto de Freud, el niño juega con los significantes y es el Otro ausente el que produce el desarrollo del lenguaje, sin embargo, en la viñeta de Lacan se muestra ese delicado momento del pasaje de grito a la llamada, en el que si el Otro no responde, se da el trauma; allí se produce una separación entre el sujeto que habla y es hablado, por un lado, y el objeto que queda y que también debe ser hablado para que pueda dar paso a que se pueda imaginar, simbolizar.
Quizás es en el juego como acto creativo, así como en el sueño, que se podría recuperar el significante viviente, ante un tercero que sea capaz de interpretar, para que el niño pueda hacer uso de esta articulación necesaria que abra una ruta que le permita bordear el agujero de lo traumático, aligerando su peso y haciéndolo más soportable.
Algunos años más tarde, en el Seminario XIV Lacan planteará la relación entre la marca, el cuerpo y el Otro:
“…nuestra presencia del cuerpo animal es el primer lugar donde meter inscripciones, el primer significante” (…) “el cuerpo está hecho para inscribir algo que llamamos la marca. (…) el cuerpo está hecho para ser marcado (…) y el comienzo del primer gesto de amor, es siempre más o menos esbozar este gesto” [5]
Abordar las consecuencias de lo traumático sólo es posible en el aprés coup de dicho encuentro, que en palabras de Dalila Arpin, es “único para cada uno” y constituye para Miller el origen de la singularidad del sujeto, así “las marcas de lo traumático son constitutivas del sujeto” [6]
En su conferencia Habeas Corpus, Miller, precisa:
“La palabra pasa por el cuerpo y, de retorno, afecta al cuerpo que es su emisor” (…) “lo afecta en forma de resonancias y ecos (…) que son lo real – el mismo real de lo que Freud llamó “inconsciente y pulsión” (…), “en tanto que ambos tienen un origen común que es el efecto de la palabra en el cuerpo, los afectos somáticos de la lengua, de lalengua” [7]
Miller allí nos permite comprender ese pasaje del lenguaje a la lalengua y sus consecuencias, en donde el primero estaría implicado en el primer tiempo del “inconsciente estructurado como un lenguaje, que indica que para todo lenguaje la estructura es la misma – (…) mientras que por el contrario la lengua es siempre particular.” [8]
A partir de allí, ¿qué esperar de lo que surja de esta pandemia? Recogiendo algunas de las palabras de Marie Helene Brousse, la lalengua está construida a partir del discurso del Amo, de las palabras oídas que funcionan como marca, que son fundamentales en la constitución del inconsciente, sin embargo, de la lalengua “no se puede hablar con nadie, ni con uno mismo (…) el parlêtre entonces está exiliado en el discurso, en tanto que marcado por las palabras que se congelaron en una lalengua que no se habla” [9].
Bajo esta perspectiva de lo singular, si bien para algunos esta época pudiera quedar inscrita como ausencia radical del Otro, para otros como lo advirtió Laurent “el chat, el correo, los juegos on line, Facebook, WhatsApp e Instagram son el lenguaje de la demasiada-presencia del Otro de la civilización Una y numérica” [10]. Será entonces necesario diferenciar los anudamientos y arreglos singulares que un parlêtre hace de su troumatisme, de los efectos que este momento histórico generará de aquí en adelante en las formas de lazo social y lo que de ello se decante en la relación transferencial en una cura analítica.
Bibliografía:
[1] Brousse, Marie Helene (2014) Conferencia ¿Qué nos traumatiza? San Telmo Museoa. 19/12/2014. En línea.
[2] Lacan, Jacques (1964) capítulo Tyche y Automaton. Seminario XI. Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis. Paidós, Buenos Aires. 2016. Pag. 71.
[3] Arpin, Dalila (2018). El trauma, el nombre y el agujero. Freudiana 83. Revista de Psicoanálisis de la Comunidad de Cataluña de la Escuela lacaniana de psicoanálisis. RBA Libros. 2018. Pág. 57-66.
[4] Ibid.
[5] Jacques, Lacan. Clase del 10 de mayo de 1967. Seminario 14. La Lógica del fantasma. Versión On line: www.bibliopsi.org.
[6] Miller Jacques-Alain. El estatus del trauma. Causa y Consentimiento. Buenos Aires, Paidós. 2019. pág. 133
[7] Miller Jacques-Alain. Habeas Corpus. Conferencia dictada en el X Congreso de la AMP. Rio de Janeiro. 2016. En: http://ampblog2006.blogspot.com/2016/07/habeas-corpus-por-jacques-alain-miller.html
[8] Ibid.
[9] Brousse, Marie Helene. El Exilio y las Lenguas. Entrevista On line en Radio Lacan, 23 de mayo de 2020 Enlace Acción Lacaniana. NEL
[10] Laurent, Eric. “Gozar de internet”, entrevista a Éric Laurent (2017) versión en línea.
[12] Miller, Op. Cit.
M artha Carolina Forero
Miembro de la Nel- cf Medellín
De la cancelación de nuestras Jornadas surge una orientación: dar lugar a la pérdida convoca a saber hacer con lo real en juego, es a lo que hemos apostado.
Intentaré compartir con ustedes algunas de las resonancias que ha tenido el trabajo en torno a las Marcas de lo traumático en medio de esta contingencia sorprendente que atravesamos, entre muchas elegí una vertiente:
¿De qué manera el Infans contemporáneo inventará su propio juego del Fort-Da? La presencia- ausencia del Otro en la pandemia nos permite interrogarnos.
Marié-Helene Brousse (1), en su conferencia sobre qué nos traumatiza retoma una viñeta de Lacan del Seminario XI:
“Yo también he visto con mis propios ojos, abiertos por la adivinación materna, al niño, traumatizado de que me fuera a pesar del llamado que precozmente había esbozado con la voz, y que después volvió a repetir durante meses enteros; yo lo vi, aún mucho tiempo después, cuando lo tomaba en brazos, apoyar su cabeza en mi hombro para hundirse en el sueño, que era lo único que podía volverle a dar acceso al significante viviente que yo era desde la fecha del trauma” [2]
Si para Freud el síntoma traumático del neurótico es un segundo tiempo de un trauma original, donde la repetición estaría constituida por un intento de atrapar la efracción con las cadenas significantes produciendo un saber inconsciente que podría ser hablado y, por ende, interpretado, para Lacan en el seminario XI, “el trauma es un encuentro inasimilable” [3]
Y qué es lo inasimilable, Marie Helene Brousse dice “La no respuesta del Otro a la llamada del sujeto” (4) es esto lo que producirá el trauma en ese justo momento en el que el sujeto empieza a hablar y que se encuentra con esa ausencia, con el silencio, con la falta.
Frente a ello el niño usará el sueño como un intento de volver al Significante vivo que era el padre y a la vez al Otro del lenguaje. Este significante vivo me interroga. Brousse nos indica la importancia de precisar este momento de la separación de la respuesta del Otro como Significante/palabra, que como cuerpo/palabra y de cómo el niño a través del síntoma de dormir puede volverlos a juntar nuevamente en una fantasía de retorno al lazo con el Otro sin pasar por el lenguaje.
Brousse explica cómo en el For-Da del nieto de Freud, el niño juega con los significantes y es el Otro ausente el que produce el desarrollo del lenguaje, sin embargo, en la viñeta de Lacan se muestra ese delicado momento del pasaje de grito a la llamada, en el que si el Otro no responde, se da el trauma; allí se produce una separación entre el sujeto que habla y es hablado, por un lado, y el objeto que queda y que también debe ser hablado para que pueda dar paso a que se pueda imaginar, simbolizar.
Quizás es en el juego como acto creativo, así como en el sueño, que se podría recuperar el significante viviente, ante un tercero que sea capaz de interpretar, para que el niño pueda hacer uso de esta articulación necesaria que abra una ruta que le permita bordear el agujero de lo traumático, aligerando su peso y haciéndolo más soportable.
Algunos años más tarde, en el Seminario XIV Lacan planteará la relación entre la marca, el cuerpo y el Otro:
“…nuestra presencia del cuerpo animal es el primer lugar donde meter inscripciones, el primer significante” (…) “el cuerpo está hecho para inscribir algo que llamamos la marca. (…) el cuerpo está hecho para ser marcado (…) y el comienzo del primer gesto de amor, es siempre más o menos esbozar este gesto” [5]
Abordar las consecuencias de lo traumático sólo es posible en el aprés coup de dicho encuentro, que en palabras de Dalila Arpin, es “único para cada uno” y constituye para Miller el origen de la singularidad del sujeto, así “las marcas de lo traumático son constitutivas del sujeto” [6]
En su conferencia Habeas Corpus, Miller, precisa:
“La palabra pasa por el cuerpo y, de retorno, afecta al cuerpo que es su emisor” (…) “lo afecta en forma de resonancias y ecos (…) que son lo real – el mismo real de lo que Freud llamó “inconsciente y pulsión” (…), “en tanto que ambos tienen un origen común que es el efecto de la palabra en el cuerpo, los afectos somáticos de la lengua, de lalengua” [7]
Miller allí nos permite comprender ese pasaje del lenguaje a la lalengua y sus consecuencias, en donde el primero estaría implicado en el primer tiempo del “inconsciente estructurado como un lenguaje, que indica que para todo lenguaje la estructura es la misma – (…) mientras que por el contrario la lengua es siempre particular.” [8]
A partir de allí, ¿qué esperar de lo que surja de esta pandemia? Recogiendo algunas de las palabras de Marie Helene Brousse, la lalengua está construida a partir del discurso del Amo, de las palabras oídas que funcionan como marca, que son fundamentales en la constitución del inconsciente, sin embargo, de la lalengua “no se puede hablar con nadie, ni con uno mismo (…) el parlêtre entonces está exiliado en el discurso, en tanto que marcado por las palabras que se congelaron en una lalengua que no se habla” [9].
Bajo esta perspectiva de lo singular, si bien para algunos esta época pudiera quedar inscrita como ausencia radical del Otro, para otros como lo advirtió Laurent “el chat, el correo, los juegos on line, Facebook, WhatsApp e Instagram son el lenguaje de la demasiada-presencia del Otro de la civilización Una y numérica” [10]. Será entonces necesario diferenciar los anudamientos y arreglos singulares que un parlêtre hace de su troumatisme, de los efectos que este momento histórico generará de aquí en adelante en las formas de lazo social y lo que de ello se decante en la relación transferencial en una cura analítica.
Bibliografía:
[1] Brousse, Marie Helene (2014) Conferencia ¿Qué nos traumatiza? San Telmo Museoa. 19/12/2014. En línea.
[2] Lacan, Jacques (1964) capítulo Tyche y Automaton. Seminario XI. Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis. Paidós, Buenos Aires. 2016. Pag. 71.
[3] Arpin, Dalila (2018). El trauma, el nombre y el agujero. Freudiana 83. Revista de Psicoanálisis de la Comunidad de Cataluña de la Escuela lacaniana de psicoanálisis. RBA Libros. 2018. Pág. 57-66.
[4] Ibid.
[5] Jacques, Lacan. Clase del 10 de mayo de 1967. Seminario 14. La Lógica del fantasma. Versión On line: www.bibliopsi.org.
[6] Miller Jacques-Alain. El estatus del trauma. Causa y Consentimiento. Buenos Aires, Paidós. 2019. pág. 133
[7] Miller Jacques-Alain. Habeas Corpus. Conferencia dictada en el X Congreso de la AMP. Rio de Janeiro. 2016. En: http://ampblog2006.blogspot.com/2016/07/habeas-corpus-por-jacques-alain-miller.html
[8] Ibid.
[9] Brousse, Marie Helene. El Exilio y las Lenguas. Entrevista On line en Radio Lacan, 23 de mayo de 2020 Enlace Acción Lacaniana. NEL
[10] Laurent, Eric. “Gozar de internet”, entrevista a Éric Laurent (2017) versión en línea.
[12] Miller, Op. Cit.